jueves, 15 de noviembre de 2012

¿La autopsia del rock?

Para los amantes del rock, desde hace años que nos encontramos en tiempos difíciles. Muchas cosas han cambiado, y sin la necesidad de revitalizar el pasado, ya que si bien valoro y aprecio el rock de los años '60, '70 y '80, la mayoría de mi música está situada cronológicamente en la última década del siglo XX. Se habla de la "muerte del rock", cosa que por mucho que duela y cueste aceptarlo, podría ser real. Que "muera" no significaría que se prohibiera, ni que dejaran de existir artistas empeñados en él. Pero antes era algo icónico, era la música popular en sí, una fiel expresión de la sociedad, y puede ser que pase a ser simplemente un estilo más.

Para ello pueden distinguirse dos principales razones. La primera es cada vez más fuerte, y se relaciona con la década, aunque no exclusivamente con nuestro país. El consumismo y el mercado han traído grandes deficiencias en materia de discográficas. Cada vez son menos los osados que se atreven a producir de forma independiente, que es lo ideal, y tienen que lidiar con estos monstruos del capital y la devastación del arte.

La otra, más propia de la Argentina, es la desaparición de la clase media. Con la división de la sociedad entre los pobres desempleados y los "grasas" enriquecidos, la clase media murió. La clase baja optó por los géneros tropicales, en su momento valiosos, y hoy cada vez más denostados. La clase alta incursionó en la música que llegaba del viejo mundo, que el día de hoy adquirió una enorme repercusión, como lo es la música electrónica (en ese entonces denominada "marcha"). La clase media se quedó con el rock. ¿Pero qué clase media? Ahora había que ser blanco o negro. Rico (elitista / grasa enriquecido) o pobre (clase baja / "rico jipón"). El rock fue entonces, y es ahora, a la vez la música de todos y la música de nadie. Pero la música no es ciencia, y la estricta clasificación antes expuesta debería ir esfumándose con la globalización, un fenómeno que para esto jugaría a favor. Dicho sea de paso, no es de mi creencia que la descarga y similares acciones con la música haya deteriorado la calidad del arte, sino que el sistema se ha reinventado, y posiblemente para bien.

En conclusión, mientras sus oyentes sigamos existiendo, aunque no tengamos conciencia de grupo social, creo que el rock no morirá. Pero deberemos volvernos más abiertos de mente para devolverlo al lugar que se merece, y sacarlo de esta tediosa y traumática terapia intensiva.

1 comentario:

  1. tienen que ver esta gran historia de la excelente banda rockwell road les dejo un video https://www.youtube.com/watch?v=rboW6DRssio

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